En 1947, cuando la radiodifusora BBC le preguntó a la Reina María, abuela de la actual Isabel II, qué deseaba para su 80 cumpleaños, la reina respondió: "quisiera una pieza teatral de Agatha Christie".
A los tres meses, la BBC ofrecía una nueva pieza de misterio escrita por Agatha Christie, y titulada "Tres Ratones Ciegos". El éxito del programa decidió a la autora a ampliar la trama y hacerla más teatral, de modo que "Los Tres Ratones Ciegos" se transformaron en "La Ratonera" y así nació una leyenda del teatro actual.
Ocho personas se ven obligadas a permanecer encerradas en una pensión debido a una gran nevada que los ha dejado completamente incomunicados. Entre ellos hay un policía, y un criminal que quiere vengar un oscuro episodio de su pasado relacionado con casi todos ellos.
A los tres meses, la BBC ofrecía una nueva pieza de misterio escrita por Agatha Christie, y titulada "Tres Ratones Ciegos". El éxito del programa decidió a la autora a ampliar la trama y hacerla más teatral, de modo que "Los Tres Ratones Ciegos" se transformaron en "La Ratonera" y así nació una leyenda del teatro actual.
Ocho personas se ven obligadas a permanecer encerradas en una pensión debido a una gran nevada que los ha dejado completamente incomunicados. Entre ellos hay un policía, y un criminal que quiere vengar un oscuro episodio de su pasado relacionado con casi todos ellos.
Cartel de "La Ratonera" en su quincuagésimo septimo año de representacion |
La ratonera es la obra más representada ininterrumpidamente de todos los tiempos. En Londres no ha caído aún el telón desde su estreno en el teatro Ambassadors el 25 de noviembre de 1952.
En 2012, la obra teatral celebró seis décadas de permanencia ininterrumpida en la cartelera londinense, con más de 24.000 funciones.
Agatha Christie y Peter Saunders en la celebración del décimo aniversario de la representación de La ratonera |
La ratonera se representa actualmente en el teatro St Martin's, ubicado a un paso de Leicester Square y de Covent Garden, y erigido en sede oficial de la obra desde hace 40 años.
La pieza se ha convertido a lo largo de los años en una atracción eminentemente turística, que hoy se representa en un aforo reducido del centro de Londres y que se nutre de la fama de su autora, la novelista más publicada de todos los tiempos.
Hasta hoy, es una obra millonaria, por la que su autora no cobró un penique ya que cedió los derechos a Mathew Prichard, su nieto, que el día del estreno contaba ocho años.
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