miércoles, 17 de septiembre de 2008

El tren de las 4:50

La señora MacGillicuddy viaja a St. Mary Mead para visitar a su vieja amiga Jane Marple. Toma el tren de las 4.50 en la estación de Paddington y se instala en un compartimento de primera clase. Durante el trayecto, otro tren se sitúa a su altura durante unos minutos. De pronto, la cortinilla de uno de los compartimentos del otro tren se levanta y la señora MacGillicuddy ve a un hombre de espaldas a ella que está estrangulando a una mujer.

Después de haber tratado de denunciar infructuosamente el hecho ante los responsables del ferrocarril, la señora MacGillicuddy cuenta a su amiga todo lo que ha visto y ambas deciden esperar a ver si la noticia aparece en los diarios del dís siguiente. Pero los periódicos no informan de ningún suceso semejante. ¿Dónde está el cadáver? ¿Ha sido todo el producto de la imaginación de la señora MacGillicuddy?

Profundamente excitada ante la perspectiva de resolver el misterio, miss Marple emprende por su cuenta una investigación que tendrá resultados inesperados y sorprendentes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

personalmente es una novela fantastica llena de imaginacion ojala todos las leyeramos