Diez Negritos, supone todo un hito en la obra de la prolífica escritora inglesa
Agatha Christie, ya
que fue la primera obra que ella misma adaptó al teatro a partir de una de sus novelas :
Diez negritos.
En un principio la obra fue adaptada por otros. Ella misma declara en su
autobiografía, que cuando se lo sugirieron por primera vez, no tenía ni idea de lo mal que se pasa para llevar a cabo una obra de teatro. La adaptación de una obra policíaca de teatro es más difícil que la de un libro ordinario debido a lo complicado de la trama, suele haber muchos personajes y pistas falsas, lo que contribuye a que resulte confusa. Había que conseguir la simplificación.

Asi que en 1943, Agatha decidió que sería ella misma la que hiciera la adaptación teatral,
ya que otras novelas suyas habían sido llevadas a escena sin que se
sintiera realmente satisfecha del resultado. Esta vez, el reto era hacer desaparecer a
diez personajes a la vista de todo el mundo sin caer en lo ridículo y sin que se
adivinara fácilmente quién era el asesino. Y pese a que le decían que era imposible llevarla a escena, la autora realizó una adaptación sorprendente en la que iban creciendo la tensión,
el miedo y la desconfianza que surgían de los personajes. Las muertes estaban
tan bien planeadas que a lo largo de la función, no hubo el menor asomo de risa,
ni muestra de que la trama pareciera absurda o ridícula. En fin, los resultados
fueron tan buenos que la impulsaron a convertirse en adelante en autora
teatral.
Diez Negritos se
presentó con éxito en 1943 en el teatro St. James de Londres hasta que fue bombardeado, después
trasladaron la obra a Cambridge durante algunos meses.
El argumento.-
Diez personajes coinciden en una casa situada en una isla desierta para pasar
el fin de semana. Sólo tienen una cosa en común : todos han sido invitados por el
mismo (y misterioso) anfitrión. ¿Sólo? Bueno, en realidad hay algo más. Cada uno
oculta su particular esqueleto en el armario.
Los desprevenidos huéspedes no tienen ni idea de que, al llegar a la casa,
alguien se va a encargar de airear sus trapos sucios. Uno por uno ven cómo una
voz desconocida les acusa haber cometido un crimen en el pasado. Ellos se
defienden mientras la duda queda en el aire : ¿son culpables de asesinato o
víctimas de las circunstancias?

En cualquier caso, ya han mordido el anzuelo. Sólo uno saldrá vivo de la
isla. El resto van cayendo asesinados delante de las narices de sus compañeros y
de los espectadores. La única pista para saber quién de ellos es el asesino y
cómo avanzará la trama es una inocente canción infantil llamada "Diez negritos", cuyos versos aparecen escritos en el centro del
escenario, a la vista de todos. Tanto las víctimas como el público se dan cuenta
de que la canción sirve de guión al asesino, así que todos saben cómo morirá el
siguiente. Pero ¿quién le matará?
Los personajes.-

Los diez negritos de la obra son personajes que, aunque sean anglosajones y
vivan en los años 40, pueden ser facilmente etiquetados por el espectador : el joven galán, la chica mona, el chico ingenuo, el matrimonio de sirvientes, el
veterano policía, el médico asesino, la periodista extravagente, la vieja
intolerante y la madurita seductora. Aunque sólo uno de ellos será catalogado
como el asesino, lo cierto es que cualquiera de ellos podría ser el culpable de
cargarse al resto, como demostrará el argumento.
1 comentario:
¡Me encanta tu blog! Soy fan de Ágatha desde hace poco, pero me encantan sus libros
Publicar un comentario